Recientemente, Wall Street actualizó los récords tantas veces que los nuevos picos no llegan como algo sorprendente. Por otro lado, teniendo en cuenta el crecimiento económico estable, es difícilmente sorprendente que los índices bursátiles también avancen. Asimismo, no solo los países desarrollados demuestran tendencias positivas, la mayoría de mercados emergentes también muestran buenos resultados.

Los inversionistas planifican celebrar el Año Nuevo de un modo feliz y confiado. El sentimiento del mercado está apoyado por los datos para el tercer trimestre. Por ejemplo, las compañías de S&P 500 lograron aumentar las ganancias anuales por 8.5 por ciento por acción. Del mismo modo, las expectativas de crecimiento a largo plazo son increíblemente altas: según los pronósticos, las ganancias aumentarán 14 por ciento en un año, tanto en EE.UU. como en Europa. Algunos expertos creen que es beneficioso para que las compañías aumenten ganancias cuando los precios de las acciones suban, y depreciarlas cuando el mercado es bajista. En el primer caso, la gestión logra constantemente sus objetivos y recibe sus opciones de acciones. En el segundo escenario, cuando el mercado se está moviendo a la baja, los gestores lanzan todas las malas noticias a fin de establecer los próximos objetivos en un nivel de base menor.

Así que los osos no van a hibernar este invierno. Cuando la economía está mejorando y las tasas de interés son bajas, es extremadamente difícil pronosticar la próxima recesión.