Hay pocas esperanzas de que la guerra comercial entre Estados Unidos y China termine pronto. A pesar del sentimiento positivo, una nueva ola de conflicto no sorprendió a los participantes del mercado. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado nuevos aranceles sobre el resto de las importaciones chinas. Antes de eso, se había comprometido a resolver el conflicto pronto. Trump culpa a China por no cumplir con sus compromisos. Esperaba que el presidente chino, Xi Jinping, hiciera un trato: comprar más productos agrícolas a los agricultores estadounidenses y evitar el suministro de fentanilo a China. Pero Xi no hizo eso. Una declaración fue suficiente para aplastar a los mercados. Las noticias de los pisos comerciales mundiales son similares al comunicado militar. Los tres índices principales, Dow Jones, Nasdaq y S&P 500, cayeron casi un 1 por ciento cada uno. El yuan está experimentando una caída récord, alcanzando nuevos mínimos uno por uno. El mercado de productos básicos fue el que más sufrió. Los futuros del Brent cayeron un 6 por ciento en una hora, casi rompiendo la marca de 60 dólares por barril. El petróleo crudo WTI cayó por debajo de 54 dólares. Los futuros del cobre perdieron casi un 2 por ciento. Solo el oro, que se beneficia de cualquier guerra, está aumentando. Recientemente, el metal precioso disminuyó a 1400 dólares por onza. Luego, subió desde los mínimos en un 3.5%, alcanzando el nivel de 1450 dólares. Existe la opinión de que Trump aumenta deliberadamente las tensiones para presionar no solo a China, sino también a la Reserva Federal. Después de todo, si los mercados continúan cayendo, el regulador tendrá que introducir más recortes de tasas. Esto es exactamente lo que Trump quiere.