El rublo ruso no es visto por los expertos como la moneda más débil. Además, el rublo ocasionalmente gana el título de la moneda más prometedora y menos valorada. De hecho, este estado a veces se justifica por su notable resistencia a pesar de los vientos en contra. Sin embargo, está condenado al fracaso ya que el gobierno de Rusia y el banco central no están interesados en la moneda nacional fuerte, por lo que no hacen esfuerzos para brindar algún apoyo. Además, las sanciones occidentales son la espada de Damocles que se cierne sobre el rublo. Al ser la moneda de los productos básicos, el rublo es vulnerable a cualquier tendencia a la baja en los precios del petróleo. No es de extrañar, la reciente caída en los precios del petróleo dio un golpe a la moneda rusa. A principios de agosto, el rublo alcanzó un nuevo mínimo de dos meses y cayó brevemente aún más profundo. Mientras tanto, el rublo no puede enfrentar el desafío de la presión política. En este contexto, difícilmente recuperará pie en el corto plazo. Una cosa es obvia: la dinámica de los precios del petróleo se considera un buen barómetro de la trayectoria del rublo. La última caída en picada de los precios del petróleo provocó una caída instantánea en el rublo. El 13 de agosto, el par USD / RUB probó el nivel de 65.5975. Del mismo modo, el par EUR / RUB también superó el nivel de 73.5550, la marca más débil desde principios de junio de 2019.