La economía mundial se enfrenta a una fuerte desaceleración en medio de la rápida propagación de COVID-19 que causa el colapso de algunas industrias. Según Ángel Gurría, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), al mundo económico le tomará un par de años recuperarse de la crisis del coronavirus. El brote de coronavirus provocó una gran agitación económica en todo el mundo. El experto cree que el pronóstico para que el crecimiento global se reduzca a la mitad al 1.5% es demasiado optimista. Según Ángel Gurría, el PIB global puede caer mucho más de lo esperado. Una fuerte caída en el crecimiento global tendrá un impacto negativo masivo en varias de las economías más grandes del mundo. Se espera que la desaceleración económica dure dos trimestres consecutivos en 2020. Varios países no obtendrán crecimiento ni un crecimiento negativo en las principales industrias. Actualmente, la incertidumbre sobre la mayor propagación de COVID-19 sigue siendo la mayor dificultad, ya que será un desafío para los países establecer procesos de producción, poner fin al desempleo y restaurar cientos de miles de pequeñas y medianas empresas quebradas. La OCDE, junto con la revisión de las proyecciones de crecimiento anteriores, ofrece sus propias formas de enfrentar la crisis. Estas medidas incluyen pruebas gratuitas de coronavirus, suministros de equipos modernos para trabajadores médicos, exenciones de impuestos a largo plazo para empresas, así como pagos para aquellos empleados que tuvieron que abandonar sus lugares de trabajo.