Arabia Saudita está ejerciendo influencia sobre los grandes exportadores de petróleo, con el objetivo de superar a sus rivales. La economía del Reino no se ha visto afectada por la pandemia de coronavirus todavía. Entonces, nada interrumpe su enfrentamiento con Rusia. El líder de facto de la OPEP, Arabia Saudita, ha desatado la guerra comercial del petróleo con el poderoso rival para ganar la mayor parte del mercado mundial del petróleo. El Reino dio a conocer los planes para aumentar su producción de petróleo a partir de mayo, estableciendo el objetivo más cercano de 10,6 millones de barriles por día. Esta expansión se produce como resultado del hecho de que el gas ha reemplazado al petróleo crudo como un producto básico para producir energía eléctrica en medio de la disminución de la demanda interna de petróleo, comentó el Ministerio de Petróleo de Arabia Saudita sobre esta decisión. Además, Arabia Saudita tiene la intención de reducir los envíos de petróleo como medida de precaución para contener la propagación del coronavirus, agregó el alto funcionario. No hay esperanza para la resolución de conflictos en el futuro cercano. Recientemente, Arabia Saudita se ha contactado con Rusia para pedirle que discuta la extensión del pacto de la OPEP+. Sin embargo, los rumores no han sido confirmados. Al mismo tiempo, hay evidencia de que el Reino ahora da prioridad al gas natural. Riad ha ofrecido grandes descuentos en gas licuado. Tal movimiento es un duro golpe para los proveedores de gas rusos, ya que Arabia Saudita desea atraer a los compradores de gas ruso con facturas de gas más bajas. Arabia Saudita inició una guerra de precios del petróleo con Rusia el 8 de marzo de 2020. Anteriormente, Moscú había abandonado abruptamente la cumbre de la OPEP en Viena, rechazando la idea de extender el pacto sobre los recortes en la producción de petróleo.