Finalmente, el Banco de Rusia decidió no mantenerse al margen de los problemas en la economía nacional. Los bancos centrales mundiales respondieron de inmediato a la crisis provocada por el coronavirus con medidas de estímulo, recortes drásticos de tasas y programas de préstamos masivos. Sorprendentemente, las medidas de emergencia se tomaron a inicios de marzo. Retrasado un par de meses detrás de otros bancos centrales, el regulador ruso presentó algunas medidas de apoyo y flexibilización monetaria en la reunión de política en mayo. Anteriormente, el gobierno adoptó un paquete de estímulo moderado para empresas y hogares. Sin embargo, incluso esta modesta ayuda financiera no está disponible en la práctica. El programa de préstamos blandos para pequeñas y medianas empresas ha resultado ser una promesa inútil hasta ahora. Cabe destacar que incluso el ministro de desarrollo económico de Rusia no ha podido obtener un crédito con una tasa de interés reducida. El alto funcionario no ha podido pasar el laberinto de pautas complejas sobre cómo solicitar "un producto de crédito fácil, asequible y, sobre todo, totalmente transparente." Quizás después de que el Banco de Rusia haya recortado la tasa de interés clave, será más fácil para las compañías y empresarios rusos solicitar un préstamo blando. La gobernadora del banco central, Elvira Nabiullina, afirmó que es esencial que la economía obtenga apoyo como dinero fácil, especialmente en los momentos difíciles una vez que se reabra la economía. Por lo tanto, las empresas rusas esperan que la ayuda llegue a sus destinatarios lo más pronto posible.