Alemania una vez más confirmó su título de la economía más estable de Europa. Como todos los demás países del mundo, Alemania se enfrentó a la pandemia de coronavirus. Como resultado, la economía local sufrió la peor crisis económica desde la crisis financiera de 2008. El PIB de Alemania se redujo un 2,2 por ciento año tras año en los tres meses hasta marzo. Sin embargo, la situación no es tan triste como en los estados vecinos. La economía de Francia se contrajo un 5,8 por ciento en el primer trimestre; la economía de Italia, un 4,7 por ciento; la economía de España, un 5,2 por ciento; y la de Bélgica, un 3,9 por ciento. En general, a Alemania le está yendo bien. Además, en los últimos años, Berlín ha acumulado un nuevo récord de reservas financieras para amortiguar una posible recesión económica. Su relación entre la deuda pública y el producto interno bruto es aproximadamente del 62 por ciento, mientras que la de Francia es del 98 por ciento. El enfoque responsable y racional de ahorros de Alemania proporcionó a sus residentes el programa de bienestar social más extenso que representa el 30 por ciento del producto interno bruto. En comparación, el gasto social de España es solo del 12 por ciento. Por supuesto, se espera que Alemania, como otros países, se vea afectada tanto por el desempleo como por una desaceleración económica, o incluso una crisis. Sin embargo, es probable que se recupere de todos estos desafíos más rápido que otros.