Las economías de Rusia y Texas tienen mucho en común. Para empezar, sus volúmenes de PIB son casi iguales, pero el PIB de Texas es ligeramente más alto que el de Rusia. Además, ambas economías dependen mucho del mercado petrolero. Es por eso que Rusia y Texas están experimentando actualmente problemas similares. Incluso antes del brote de la pandemia, muchas empresas de esquisto de Texas dejaron de existir debido a los nervios en el mercado de productos básicos de Rusia. Otras compañías se vieron obligadas a suspender la operación de algunas plataformas petroleras y reducir la inversión. "Si bien el crecimiento de la producción de petróleo de EE.UU. ya estaba a punto de nivelarse debido en parte a la fuerte tasa de disminución de producción de los pozos existentes, la desaceleración de la perforación petrolera hace que sea probable que la producción de EE.UU. tenga dificultades para alcanzar sus máximos anteriores en los próximos años", dijo la Fed de Dallas. Incluso si la situación en el mercado mundial del petróleo se estabiliza, los precios del petróleo no serán lo suficientemente altos como para que la mayoría de las compañías de esquisto permanezcan a flote. Es más, la demanda de petróleo no aumentó después del levantamiento de las restricciones de cuarentena. Las personas todavía se quedan en casa para minimizar el riesgo de contraer el virus. "Probablemente tengamos que abandonar la energía como la industria número 1 a largo plazo", dijo Peter Rodríguez, decano de la Escuela de Negocios de Posgrado Jesse H. Jones de la Universidad de Rice. "Esa primacía ya no está en el futuro para Texas", señaló.