La pandemia de coronavirus desanimó a los fanáticos de los deportes de todo el mundo al cancelar el mayor evento multideportivo del mundo. Los Juegos Olímpicos de Verano, que originalmente estaban programados para este verano en Tokio, se han pospuesto tentativamente hasta el próximo año. En este contexto, el país anfitrión se enfrenta a una dura realidad. Además de los gastos regulares de alquiler y reembolso de crédito, Japón tendrá que incurrir en gastos adicionales literalmente por cada día de demora. Esta carga se impone al presupuesto estatal y a los contribuyentes de Japón. La tercera economía más poderosa del mundo no está lista para lidiar con los gastos crecientes. Curiosamente, cuando Rusia organizó los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi en 2014, impresionó al mundo con su generosidad al destinar la enorme suma de $60 mil millones. Este año, Japón asignó $12 mil millones para el evento, pero el gobierno no considera apropiado presionar a la población con costos adicionales para el aplazamiento. Por lo tanto, el Comité Olímpico Internacional, presidido por Thomas Bach, decidió destinar casi $800 millones para cubrir algunos de los gastos. "Anticipamos que tendremos que asumir costos de hasta $800 millones de nuestra parte en responsabilidades por la organización de los Juegos pospuestos Tokio 2020", dijo Bach en una reunión de la junta ejecutiva. El programa de préstamos se implementará conjuntamente con el gobierno de Suiza. El 13 de mayo, declaró su intención de proporcionar ayuda financiera a las federaciones deportivas olímpicas con sede en este país alpino. La mitad del programa de préstamos será financiado por el Comité Olímpico Internacional. Además, el gobierno federal y estatal proveerá 25% cada uno.