Corea del Sur ha entrado en una recesión, la más pronunciada en más de dos décadas. El producto interno bruto del país disminuyó un récord de 3.3% en el segundo trimestre de este año. Esta es la contracción más pronunciada desde 1998 cuando la economía coreana experimentó una profunda crisis económica.

Las exportaciones de bienes y servicios también disminuyeron significativamente. El indicador cayó un 16,6%, marcando la peor lectura desde 1963. Además, este fue el segundo mes consecutivo de disminución de las exportaciones.

Las importaciones de Corea del Sur cayeron un 7,4%. Al mismo tiempo, el gasto de los consumidores aumentó en un 1,4% en medio de los mayores costos de automóviles y electrodomésticos.

La crisis económica en el país resultó ser de naturaleza global. La pandemia de coronavirus obligó a los productores coreanos a detener la producción en India y Vietnam, lo que solo exacerbó su desempeño exportador.

Sin embargo, la cuarta economía más grande de Asia había comenzado a tener dificultades mucho antes de que surgiera el COVID-19. Los primeros signos de una turbulencia económica aparecieron en 2017. El coronavirus solo expuso las zonas frágiles de la economía, actuando como un catalizador para la recesión económica de Corea del Sur.

Corea del Sur está aún lejos de ser el único país que ha enfrentado tales dificultades. El FMI pronostica que la economía mundial se contraerá un 3% este año. Esta es ciertamente una gran cifra que indica una recesión. Cabe destacar que la anterior recesión mundial de 2009, provocada por la crisis financiera mundial, no fue tan grave, la economía se redujo solo un 0,08%. En general, según los pronósticos, 157 economías mundiales de las 194 existentes probablemente se contraerán.