El mercado de la energía en Europa ha experimentado cambios radicales durante los últimos 12 meses. Las dificultades económicas globales, como las guerras comerciales, las guerras de precios del petróleo, las sanciones, etc., han traído nuevos proveedores y han sacado a los antiguos del mercado. Además, la pandemia de COVID-19 es el cisne negro que surgió de la nada.

En medio de este torbellino, los consumidores de la UE han revisado las cadenas tradicionales de suministro de energía. Rusia solía ser el exportador clave del mercado europeo de petróleo y gas. Sin embargo, ha estado perdiendo su liderazgo, cediendo ante los productores de esquisto de Estados Unidos, que son nuevos en el mercado. Sus entregas de prueba fueron seguidas por envíos regulares de gas natural licuado (GNL) y luego petróleo de esquisto. En julio, Estados Unidos aumentó sus exportaciones de GNL al mercado europeo superando a los proveedores de eficacia comprobada, por ejemplo, las compañías petroleras rusas con su grado de exportación de los Urales. Rusia ha estado perdiendo su participación de mercado en la UE debido a las políticas inteligentes de precios y marketing de las empresas energéticas estadounidenses, las cadenas logísticas bien organizadas, las sanciones económicas y la creciente presión política. Como resultado, las exportaciones de petróleo de Estados Unidos aumentaron 600.000 toneladas a 3,1 millones de toneladas en julio frente a junio. En la actualidad, Rusia no puede tomar represalias de manera eficiente, ya que tiene que cumplir con el pacto OPEP sobre recortes de producción de petróleo. Por lo tanto, las exportaciones de petróleo ruso se han ido reduciendo desde mayo. Ahora, se encuentran en los niveles más bajos de los últimos 20 años.

“Los grados de exportación locales se han visto afectados por el petróleo estadounidense. Dado que el petróleo crudo cotiza a la baja, los exportadores rusos tienen que recortar los volúmenes de entrega. Los traders están nerviosos al verse obligados a pagar una prima por los contratos de futuros. Mientras tanto, las exportaciones de petróleo se están desvaneciendo”, se queja alguien que negocia con los Urales sobre los problemas de los perforadores rusos.