Mientas el mundo entero está contabilizando las pérdidas provocadas por la crisis del coronavirus, Arabia Saudita está estimando el impacto de la crisis del petróleo. La suma resulta considerable.

Según el príncipe heredero de la corona Mohammed bin Salman, Arabia Saudita perdió 100 mil millones de riales, o $27 mil millones, debido a la caída de los precios del petróleo, que ocurrió a inicios de este año. Por supuesto, la propagación de la pandemia de COVID-19 está teniendo el mayor impacto en el mercado del petróleo. La demanda de energía disminuyó drásticamente. Las medidas restrictivas introducidas para detener el brote redujeron significativamente el consumo mundial de petróleo e impulsó el exceso de oferta ya abundante en el mercado. Además, la industria estaba experimentando una caída en los precios del petróleo incluso antes de la pandemia. El coronavirus solo exacerbó la situación. Los funcionarios sauditas esperaron que los ingresos del gobierno ascendieran a 833 mil millones de riales, con 513 mil millones provenientes de las ventas de petróleo. Por lo tanto, el déficit presupuestario del reino aumentó a 12%. Estas pérdidas provocaron serios debates sobre las formas de aumentar los ingresos no petroleros. Actualmente, Arabia Saudita está buscando activamente oportunidades de ingresos adicionales.

Este verano, las autoridades del país aumentaron los impuestos y tasas por primera vez. Su impuesto al valor agregado se triplicó de 5% a 15%. Además, el reino eliminó los aranceles aduaneros en un 0.5-15.0 puntos porcentuales para algunos bienes de importación.