Tal como sucede en la vida real, los milagros rara vez ocurren. Por tanto, aquellos economistas que apostaban por un milagro para la economía de la eurozona tuvieron que afrontar la brutal realidad. Según la gran mayoría de los pronósticos, Europa enfrentará una inminente recesión económica en 2021. Además, no ven ningún factor que de alguna manera pueda iluminar el panorama sombrío.

Los principales analistas proyectan que los indicadores económicos caerán alrededor de 4% en los primeros tres meses de 2021. Compañías financieras como JPMorgan y UBS Group AG incluso han rebajado sus ya sombrías previsiones para la economía del bloque. El único rayo de sol en este reino de las tinieblas es que la eurozona lleva mucho tiempo preparada para tal declive. La pandemia y los confinamientos posteriores han afectado gravemente a la economía. Por lo tanto, ahora pocos se hacen ilusiones sobre una recuperación económica rápida y constante. Así, los economistas no se sorprendieron por una caída de los indicadores económicos.

Además, la propagación de la pandemia de coronavirus, así como las nuevas restricciones de cuarentena, siguen siendo la principal amenaza para la economía europea. Además, la UE puede experimentar dificultades con la distribución de vacunas e interrupciones en las operaciones debido al Brexit. Si es así, las autoridades europeas se verán obligadas a adoptar nuevos paquetes de estímulo. "Esperamos que los gobiernos brinden apoyo continuo a la recuperación económica, con un cambio del apoyo a los ingresos al estímulo de la demanda", señaló el economista de UBS Reinhard Cluse. "El apoyo continuo de la política monetaria a lo largo de 2021 y hasta 2022 parece estar asegurado".

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya ha propuesto hacer del Fondo Europeo de Recuperación una herramienta permanente, aunque inicialmente era temporal. Los líderes de la UE crearon este fondo para ayudar a los países de la UE a salir de la crisis. Sin embargo, la crisis está por llegar.