Estados Unidos ha pasado por muchas cosas recientemente. Luchó con la pandemia del coronavirus y libró guerras comerciales. Otro golpe inesperado para el país provino del devastador clima invernal.

El analista de datos de Enki Research, Chuck Watson, ha estimado que este invierno le costaría a Texas una fortuna: aproximadamente $90 mil millones. El Estado no estaba totalmente preparado para una feroz tormenta invernal. Dado que Texas representa la mayor parte de la producción de petróleo de Estados Unidos, el daño del peligro natural asciende a decenas de miles de millones de dólares. En primer lugar, es un nocaut para la infraestructura petrolera. Texas necesitará más de $35 mil millones para reparar las tuberías de petróleo reventadas, el Estado perdió otros $45 mil millones debido a interrupciones en la cadena de suministro y las compañías de seguros cubrirán daños por más de $20 mil millones. Sin embargo, teniendo en cuenta los pagos del seguro, los costos seguirán siendo enormes.

Mientras tanto, las compañías de seguros también se encuentran entre las principales víctimas de la reciente ola de frío en Texas. Debido a las temperaturas más bajas en más de 30 años, los pagos a los tejanos podrían llegar a $18 mil millones, que es seis veces más alto que la tasa anual promedio habitual.

Según los expertos de la Comisión Reguladora de Energía Federal de Estados Unidos (FERC), el 90% de los daños podrían haberse evitado con la ayuda de medidas preventivas.