Una vez más, los medios de comunicación rusos han declarado que Rusia se ha librado exitosamente de la dependencia de la moneda estadounidense, dando así un ejemplo a otros. Sin embargo, el resto del mundo no parece estar impresionado con estas afirmaciones. Por ejemplo, Austria es otro país que prefiere usar dólares en lugar de euros para acuerdos de gas con Rusia. La razón es obvia: los precios de mercado en todo el mundo se indican en dólares estadounidenses. Así explicó la elección el canciller federal de Austria, Sebastian Kurz, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. El Canciller destacó que para Austria no se trata de una cuestión geopolítica sino de una decisión puramente económica. La negativa de acuerdos en dólares estadounidenses significa pérdidas por la diferencia del tipo de cambio que no es favorable para el país. “Así es como funciona el sistema. No importa en qué moneda se calculen los precios. Somos un país pequeño, y para nosotros, el tema de la seguridad es más importante que el tema del precio”, dijo Sebastian Kurz. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, respondió que las transacciones globales en dólares estadounidenses están disminuyendo gradualmente. “Estamos dispuestos a considerar los pagos de gas también en monedas nacionales, incluido el euro. Necesitamos múltiples monedas de reserva para garantizar la seguridad y estabilidad de la economía global y el sistema financiero”, señaló el presidente. Sin embargo, estas palabras no han tenido ningún efecto en los participantes del foro, e incluso un país tan pequeño como Austria no se echó atrás en este asunto.