El Departamento del Tesoro de Estados Unidos expresó su gran preocupación por la cantidad de sanciones impuestas por Estados Unidos a otros países. El actual gobierno heredó un impresionante paquete de restricciones que había estado en vigor desde los días del expresidente estadounidense Donald Trump.

Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, es hora de dejar de utilizar este instrumento de influencia política sobre los oponentes y ser más selectivos a la hora de imponer sanciones económicas. Los funcionarios temen que la efectividad de las sanciones económicas y financieras de Estados Unidos pueda verse socavada. La creciente popularidad y la adopción generalizada de las criptomonedas facilitan eludir la mayoría de las restricciones impuestas por Estados Unidos. Mientras que anteriormente las sanciones se consideraban una herramienta fundamentalmente importante para promover los intereses de la seguridad nacional y no dejaban alternativas, ahora la situación ha cambiado. Las sanciones pueden enfrentar desafíos, incluidos los crecientes riesgos de las criptomonedas.

El subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Wally Adeyemo, cree que el gobierno debe trabajar con socios y aliados para modernizar y fortalecer una herramienta tan crítica como las sanciones. En la actualidad, una parte significativa de las sanciones emitidas por Washington está inactiva, ya que las monedas digitales y las plataformas de pago alternativas "ofrecen a los actores malignos oportunidades para retener y transferir fondos fuera del sistema financiero tradicional basado en dólares", señaló el Departamento del Tesoro. Además, estas tecnologías también empoderan a otros países que buscan "construir nuevos sistemas financieros y de pagos destinados a disminuir el papel global del dólar". Por tanto, todos estos factores podrían perjudicar la eficacia de las sanciones estadounidenses.