En este momento, el mundo está presenciando tasas de inflación récord y Alemania no es la excepción. Según la Oficina Federal de Estadística de Alemania, la inflación se aceleró al 7,9% en mayo desde el 7,4% del mes anterior. El principal impulsor de la inflación continua sigue siendo el aumento de los precios de la energía. Un factor adicional es un salto en los precios de importación de Alemania para otros bienes, especialmente alimentos. Alemania se enfrenta actualmente al mayor aumento de precios desde 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo. Debido al conflicto en Ucrania, el costo de los bienes importados aumentó un 31,7% en abril en comparación con el mismo período del año pasado. Los precios del combustible fueron los que más se dispararon, un 157% anual. El costo del gas natural se ha más que cuadruplicado en comparación con el año anterior. También se observa un aumento notable en el precio del crudo y los derivados del petróleo. Excluyendo los precios de la energía, el costo total de las importaciones aumentó un 17,1% respecto al año anterior. Este factor definitivamente ha tenido un impacto en el poder adquisitivo de los hogares, que disminuyó un 1,8% en el primer trimestre de 2022. Los salarios reales en Alemania aumentaron un 4% pero, al mismo tiempo, los precios subieron un 5,8%. Anteriormente, la Comisión Europea predijo que la tasa de inflación de la eurozona alcanzaría un máximo histórico del 6,1% en 2022. En 2023, se prevé que el indicador alcance el 2,7%. Los expertos advierten que el crecimiento económico en la UE puede caer a casi cero este año si el problema del suministro de energía ruso se exacerba aún más.