Los profetas de la fatalidad han dirigido recientemente su atención a China, prediciendo una fuerte desaceleración en su expansión económica. Incluso grupos de expertos de renombre como Goldman Sachs creen que una recesión económica en China es inevitable.

El banco recortó su perspectiva de ganancias para el índice MSCI a un crecimiento cero para el año, por debajo del 4% anterior. Se espera que el precio objetivo de MSCI China durante los próximos 12 meses disminuya a 81, por debajo de 84. El índice cayó más del 6% en julio a 68.81.

La caída de los indicadores económicos se atribuye en gran medida a la crisis del mercado inmobiliario. Muchos compradores de vivienda en diferentes provincias dejaron de pagar la hipoteca debido a los retrasos en la construcción de los apartamentos que habían pagado por adelantado. Los promotores inmobiliarios locales están tratando desesperadamente de mantenerse a flote ya que les falta dinero. Esta situación afecta negativamente a los bancos y tenedores de cédulas hipotecarias con garantía de préstamos, incluyendo grandes corporaciones y fondos.