Hay una serie de indicadores que señalan una desaceleración en la economía global. Si bien los analistas esperan un crecimiento más o menos decente este año, el próximo probablemente estará marcado por una desaceleración en medio de una alta inflación y un endurecimiento de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales.

El otoño es el momento adecuado para empezar a hacer balance del año. La mayor parte de 2023 ha quedado atrás, lo que permite publicar previsiones para finales de año y principios del próximo. Según los analistas del Financial Times, la economía mundial crecerá un 2,4% en 2023, pero se contraerá hasta un 2,1% en 2024. Los economistas de Consensus Economics comparten una opinión similar. Su sombría perspectiva económica se debe a la persistencia de tasas de interés más altas en las principales economías. Además, los economistas anticipan una demanda de consumo inesperadamente fuerte, que podría aplanar el crecimiento económico mundial.

Otra limitación a la expansión económica serán los altos precios al consumidor. Es probable que la inflación se mantenga muy por encima de los objetivos de los bancos centrales durante mucho tiempo, lo que a su vez podría obligar a los principales reguladores a mantener elevados los costos de endeudamiento hasta bien entrado el próximo año.

"Parte de la debilidad [prevista para este año] se prolongará hasta 2024", resumió Nathan Sheets, economista jefe del banco estadounidense Citi.

Anteriormente, Marie Diron, directora general de riesgo soberano y subsoberano global de Moody's Investors Service, enumeró los principales riesgos para la economía mundial. Según ella, la alta inflación, el aumento de las tasas de interés y la lenta recuperación económica de China después de bloqueos prolongados son los principales obstáculos para la economía global.