El miércoles, en el mercado spot global, el precio del oro subió un 1,13% y probó $1.797,4, el nivel más alto desde el 25 de febrero.

El oro también cerró las operaciones de ayer en un máximo de casi dos meses. Según FactSet, esta dinámica se mostró en los futuros negociados más activamente para el metal precioso. El precio logró subir al umbral más alto desde el 24 de febrero.

En general, en la bolsa de valores de Nueva York COMEX, el contrato de futuros del oro para junio cerró la sesión el miércoles en $1.793,1. La ganancia ascendió a $14,70 o 0,8%. A modo de comparación, el martes, los futuros del oro subieron un 0,4%. Así, en dos días hábiles, el activo pudo subir un 1,2%.

Mientras tanto, los analistas de materias primas notan signos de una fuerte tendencia alcista. En 5 días, el oro logró dispararse alrededor de un 3,5% gracias al sesgo alcista. Desde finales de marzo, su precio ha aumentado casi un 7%.

El principal impulsor del crecimiento es una nueva ola de COVID-19 en todo el mundo. La propagación de cepas nuevas y más contagiosas del virus y el creciente número de muertos están echando leña al fuego. Los expertos temen la tercera ola de la pandemia.

Según la Universidad de Investigación Johns Hopkins, recientemente se han registrado más de 850.000 casos de coronavirus en el mundo. Los expertos estiman que desde mediados del mes pasado, esta cifra se ha duplicado. Además, la situación en Asia, y especialmente en India, que se ha convertido en uno de los epicentros mundiales del coronavirus, es la mayor preocupación ahora.

India ahora ocupa el segundo lugar después de los EE. UU. en términos de la tasa más alta de casos confirmados de coronavirus, así como el cuarto en el número de muertes. Según datos oficiales, la última cifra ya ha superado los 182.000. Sin embargo, existen sospechas de que la lectura es significativamente menor y no refleja la situación real. Solo anoche, el número de muertes por el virus ascendió a 1.700.

La situación epidemiológica también se ve agravada por la extensión de las medidas de confinamiento en varios países europeos y la lentitud de la vacunación en el mundo. Todos estos factores ponen en peligro la recuperación de la economía mundial. Sin embargo, un escenario tan sombrío es beneficioso para el oro, que se considera un activo refugio en tiempos de incertidumbre del mercado.

Además, el oro recibe el respaldo de las noticias sobre la caída del mercado de bonos estadounidense. El repunte de los tesoros estadounidenses depende en gran medida de la situación con el coronavirus. Las crecientes preocupaciones sobre la propagación de COVID-19 en el mundo están pesando sobre el rendimiento de los bonos del tesoro de Estados Unidos a 10 años, empujándolo a la baja.

Ayer los rendimientos de los bonos del gobierno de EE. UU. descendieron hasta el 1,554%. Este indicador es 22 puntos básicos menos que el máximo de 14 meses que se registró a fines del mes pasado.

Sin duda, el oro se está aprovechando de la debilidad de los tesoros estadounidenses. Además, la confirmación del hecho de que la demanda del metal precioso está creciendo pueden ser los datos sobre los activos de los fondos respaldados por oro. Según la información más reciente, los activos gestionados por ETF estadounidenses se estiman ahora en más de 3.000 toneladas. Esto es casi 21 toneladas menos que a fines del mes pasado.

La industria de la joyería impulsa considerablemente la demanda de oro. Este sector está tratando de revivir después de la crisis del año pasado. A diferencia de los grandes inversores, los inversores privados también están invirtiendo activamente en oro. Consideran que el aumento actual del oro es un movimiento alcista a corto plazo, ya que existen fuertes factores fundamentales que pueden desencadenar su caída.

Según los analistas de SberCIB Investment Research, la publicación de nuevos informes macroeconómicos estadounidenses, que vencen hoy o mañana, puede cambiar la trayectoria del oro en un futuro próximo. La perspectiva negativa a corto plazo para el oro sugiere una disminución al nivel de $1.745. El precio puede caer a este nivel el viernes 23 de abril, dicen los expertos.

En cuanto al escenario positivo, el oro puede alcanzar nuevos máximos históricos. Según los expertos, si hay otro aumento en las posiciones a largo plazo, el oro podrá aumentar en un 50% desde el precio actual. Por lo tanto, el costo de una onza superará los $2.600.