¿Qué nos espera en el 2022? La criptoeconomía debería seguir expandiéndose con más aplicaciones, más formas de utilizar los tokens y más redes de blockchain subyacentes.

Pero como la inflación es una de las principales preocupaciones, es probable que el Bitcoin se pruebe como instrumento de ahorro, u "oro digital".

El bitcoin no ha superado esta prueba, ya que las tasas de inflación han aumentado considerablemente en el último periodo, lo que ha provocado una venta de acciones y de criptomonedas. El bitcoin se cotiza de forma similar a las acciones y activos tecnológicos de rápido crecimiento, que están bajo presión ya que los inversores eligen inversiones más seguras en un clima macroeconómico más difícil.

Según Van Eck, un área de crecimiento atractiva son los tokens utilizados para DeFi y otros contratos inteligentes.

Ethereum es un gigante de los protocolos de contratos inteligentes. Pero la red Ethereum está ahora atascada y sufre de altas tasas de transacción. Otras redes y tokens están cobrando impulso, como Solana, Polkadot, Cardano, Avalanche y Algorand.

Otro obstáculo para los activos digitales, por supuesto, podría ser una regulación más estricta. El gobierno de Biden y el Congreso están estudiando cómo establecer nuevas normas para el sector, incluyendo stablecoin tokens diseñados para mantener un valor fijo.

Pero la criptomoneda es un área compleja, y Washington no parece ponerse de acuerdo sobre cómo controlarla. El Congreso celebró recientemente una audiencia sobre la criptomoneda, que reveló una gran división entre demócratas y republicanos sobre cómo establecer nuevas normas.

Van Eck dice que Washington está en un punto muerto en cuanto a la regulación de la criptomoneda.