A fines de 2021, los precios del oro cayeron un 4% a/a, mostrando la mayor caída en 6 años. Sin embargo, el activo podría caer aún más en 2022, predicen los analistas de JP Morgan.

El oro estuvo al alza el jueves, ganando un 0,5% o $8,30 y alcanzando los $1.814,10 por onza.

El activo avanzó a pesar de la subida del dólar y el repunte de la bolsa estadounidense. El 30 de diciembre, el USDX subió un 0,2% a 96,15 gracias a los datos positivos de las solicitudes de reembolso por desempleo en EE. UU. La cantidad de solicitudes de desempleo iniciales y continuas disminuyó la semana pasada.

Wall Street se animo por el alivio de las preocupaciones sobre el impacto de Omicron en la economía global. El Promedio Industrial Dow Jones y el S&P 500 empujaron máximos intradiarios durante la sesión. Sin embargo, los índices cerraron en territorio negativo, lo que dio soporte al oro.

El activo también se vio impulsado por la caída del rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU.: El rendimiento de los bonos a 10 años se desplomó repentinamente el jueves. Esto permitió que el oro recortara las pérdidas que había sufrido anteriormente y recuperara el nivel clave de $1.800, que se perdió la madrugada del jueves.

Con el Año Nuevo que se avecina, los operadores alcistas entran en juego en el mercado. Mantener el nivel clave de $1.800 sigue siendo el principal objetivo para los inversores. El oro superó los $1.800 la semana pasada. Ha probado el nivel clave sin éxito varias veces desde noviembre.

Panorama del oro para 2022 de J.P. Morgan

A pesar de las ganancias obtenidas en la última semana del año, el oro perdió terreno en los últimos 12 meses, cayendo un 4% hasta el nivel más bajo desde 2015. Podría seguir moviéndose hacia abajo durante el próximo año.

Los analistas de materias primas de J.P. Morgan ven que el activo cae aún más, al no poder resistir el ajuste monetario de la Fed en 2022.

En su reunión de diciembre, la Reserva Federal declaró que tiene la intención de reducir por completo las compras de activos para marzo y aumentar la tasa de interés tres veces en 2022.

J.P. Morgan prevé que la Fed suba las tasas en septiembre de 2022. El aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos ejercería presión sobre el oro durante todo el año. Se prevé que el rendimiento del bono de referencia a 10 años alcance el 2% a mediados de 2022 y el 2,25% a finales de año.

Los analistas del banco ven que el dólar estadounidense aumentará un 1,6%, impulsado por el crecimiento de la economía estadounidense, que se espera que suba un 3,8%. Es probable que estos factores empujen el activo hacia abajo.

La perspectiva de J.P. Morgan es bajista para el oro. Se pronostica que el metal precioso caerá a alrededor de $1.520 en el primer trimestre de 2022 y se deslizará al nivel prepandémico de $1.520 al final del año.