Turquía parecía mantenerse al margen de la crisis económica causada por el brote de coronavirus. El país tenía suficientes problemas económicos internos más allá de eso. Sin embargo, después de que Turquía confirmó el primer caso del virus, la economía local comenzó a desplomarse. Turquía siempre ha sido considerada uno de los destinos turísticos más populares del mundo, pero la pandemia de coronavirus ha asestado un duro golpe a la industria que desempeña un papel vital en el desarrollo económico del país. En esta situación, es difícil hacer pronósticos, pero una cosa es cierta: en medio de una fuerte caída en el crecimiento económico, las perspectivas para Turquía son sombrías. Por ejemplo, la OCDE proyecta que la economía turca crecerá un 2,7% este año, que es casi dos veces menor que el objetivo del 5 por ciento establecido por el gobierno. El Partido Justicia y Desarrollo gobernante no logró un crecimiento económico mínimo, mientras que la recuperación esperada del 2.7% es una tasa excesivamente baja. Teniendo en cuenta la alta tasa de desempleo en el país (13.7%, o 4.4 millones de desempleados en 2019), la economía turca tiene pocas posibilidades de recuperarse. En particular, el gobierno esperaba una expansión estable este año después de un crecimiento bastante débil el año pasado. Las industrias de aviación civil y turismo del país ya se han visto afectadas por la crisis del coronavirus. Además, el consumo está destinado a caer, ya que las personas deben quedarse en casa y evitar lugares públicos para ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad.