Parece que China puede beneficiarse de las consecuencias de la pandemia de coronavirus. El país fue golpeado por el virus primero. Sin embargo, hoy, las autoridades chinas ya han activado su economía y están extendiendo activamente su influencia política en el escenario internacional. Mientras tanto, el COVID-19 continúa su marcha por el resto del mundo. Al mismo tiempo, China obtiene ventajas de los precios baratos del petróleo y la repentina superioridad en el conflicto comercial con los Estados Unidos. En la guerra entre las dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos se estaba preparando para derrotar al enemigo. Sin embargo, el coronavirus intervino y Estados Unidos tuvo que retirarse. El colapso de los mercados de productos básicos le dio a Pekín la oportunidad de comprar recursos bajo sus propios términos. En las circunstancias actuales, los proveedores no tienen otra opción que revisar los contratos de suministro y acordar vender petróleo por el yuan en lugar del dólar estadounidense. En cuanto a los dividendos políticos, la pandemia también ha sido beneficiosa para China. Al proporcionar ayuda humanitaria a otros países, las autoridades chinas están tratando de difundir su influencia y ganar lealtad de algunos gobiernos. Sin embargo, Washington hizo todo lo posible para detener la expansión viral de China. La Casa Blanca acusó abiertamente a China de ocultar información sobre el origen del coronavirus. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ya ha amenazado con imponer nuevos aranceles a una variedad de productos chinos como castigo por la pandemia.