La pobre economía de Rusia no conoce descanso. Al principio, fue bombardeada con sanciones occidentales. Estaba tratando de recuperarse de este golpe, pero fue en vano. Cuando las cosas finalmente mejoraron, llegó el coronavirus. Y precios bajos también. Este doble golpe fue la gota que derramó el vaso para la economía de Rusia. Ahora se enfrenta a crecientes riesgos de recesión y el gobierno está revisando sus prioridades de gasto en medio de los bajos precios del petróleo y el brote de coronavirus. El gobierno señaló que no reduciría el gasto del presupuesto federal, pero que asignaría fondos para apoyar la economía y su sector social. No hace mucho, las autoridades anunciaron la formación de un fondo de $4 mil millones como parte de un paquete de rescate destinado a mitigar el golpe del coronavirus. El nuevo paquete de ayuda incluirá exenciones fiscales para aerolíneas y compañías del sector turístico y préstamos preferenciales para empresas. La economía de Rusia depende en gran medida del mercado de productos básicos. Es por eso que el gobierno toma medidas para suavizar las consecuencias del caos del mercado petrolero. Este año, las empresas estatales, como Gazprom y Rosneft, podrán retrasar el pago de dividendos en seis meses. Según el Ministerio de Finanzas, Rusia puede aprovechar su fondo de riqueza soberana de más de $120 mil millones para cubrir déficits presupuestarios en los próximos años. Los expertos creen que a pesar de todas estas medidas, el PIB de Rusia se contraerá un 5,3% en 2020, y el gobierno necesitará más estímulo fiscal para apoyar la maltrecha economía.