El gobierno chino comprende perfectamente que la guerra comercial con Estados Unidos puede poner fin no solo al crecimiento económico, sino también a las ambiciones políticas de China. China puede continuar fingiendo que la situación está bien y anunciar otro plan de cinco años poco realista. Sin embargo, las autoridades del país son muy conscientes de la dependencia de China de los Estados Unidos.

La Casa Blanca también lo sabe. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, una vez más declaró oficialmente que no está dispuesto a hacer las paces con China. Además, el líder estadounidense ni siquiera está considerando negociaciones adicionales en este momento. "En este momento no estoy interesado en hablar con China", dijo Donald Trump. Sin embargo, el presidente enfatizó que apreció mucho la primera fase del acuerdo comercial firmado en enero de este año. Fue el coronavirus lo que provocó un cambio de humor tan repentino. Según el líder estadounidense, fue la negligencia de las autoridades chinas lo que causó la pandemia mundial. "La tinta ni siquiera estaba seca y nos golpearon con la peste", dijo Donald Trump, refiriéndose al nuevo coronavirus, que surgió por primera vez de la ciudad china de Wuhan. De hecho, en esta situación, cualquier acuerdo comercial está fuera de discusión. Además, Estados Unidos ha estado culpando a China por no contener la enfermedad durante meses.

Hasta ahora, no hay razón para esperar que continúen las negociaciones comerciales de la fase dos. Además, Pekín aún no ha implementado completamente los acuerdos anteriores, ya que el coronavirus comenzó a reforzar su dominio sobre el mundo, afectando la demanda en la mayoría de los países.