Algunas buenas noticias inesperadas provienen del frente de las negociaciones comerciales entre Londres y Bruselas. Parecía que el asunto se había resuelto y las partes habían acordado un escenario de Brexit sin acuerdo. Sin embargo, ambas partes negociadoras comparten ahora la esperanza de que el conflicto comercial aún pueda resolverse de manera amistosa. El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tomaron la decisión de intensificar las conversaciones comerciales debido a "graves divergencias persistentes". Johnson señaló que las partes acordaron que se habían logrado avances pero que seguían existiendo diferencias considerables, incluida la pesca y el llamado "campo de juego nivelado". Ambas partes dijeron a sus principales negociadores que "trabajen intensamente" para cerrar esas "brechas importantes". A partir del lunes, las partes redoblarán sus esfuerzos para llegar a un acuerdo. A un poco más de un mes para que acabe el año, las partes deberían darse prisa si realmente quieren establecer buenas relaciones. De lo contrario, Londres y Bruselas tendrán que negociar de acuerdo con las reglas de la OMC, aplicando todos los aranceles y cuotas comerciales.