La montaña de la deuda mundial sigue siendo una preocupación creciente para los expertos. En medio de la pandemia de coronavirus, la deuda pública se está disparando en todo el mundo. Sin embargo, lo peor es que las perspectivas son muy sombrías.

La realidad es que no hay señales de una estabilización a corto plazo. El Instituto de Finanzas Internacionales de Estados Unidos (IIF) estima que la deuda global total superará los $300 billones a mediados de 2022 por primera vez en la historia.

"La relación entre la deuda y el PIB mundial aumentó en 35 puntos porcentuales hasta superar el 355% del PIB en 2020. El aumento fue mucho mayor que el observado durante la crisis financiera mundial de 2008", dijeron los expertos del IIF.

La mayor parte del repunte correspondió a la deuda pública. Durante el año pasado, el endeudamiento del gobierno aumentó en $12 billones, lo que provocó que el monto de la deuda se disparara a $82 billones, o el 105% del PIB mundial. Según el IIF, esta cifra puede aumentar a $92 billones en 2021. El problema es que los costos del servicio de la deuda en este caso son una tarea muy abrumadora para los países. Por lo tanto, la economía mundial definitivamente sufrirá y puede volverse más susceptible a posibles crisis futuras.