Los legisladores más moderados del banco central de EE. UU. planean esperar hasta el próximo verano antes de subir las tasas desde su nivel actual cercano a cero. Quieren tener más claridad sobre las perspectivas económicas para cuando la Fed finalice su programa de compra de bonos a mediados de 2022.

Hay dos de los partidarios más fervientes de la flexibilización de la política monetaria en el Comité Federal de Mercado Abierto, a saber, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashkari, y el presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans. En septiembre, Neel Kashkari fue el único legislador que pidió que se mantuvieran las tasas de interés sin cambios hasta 2024. Charles Evans también se inclina hacia la moderación. Al mismo tiempo, ambos han manifestado recientemente que mantienen una "mentalidad abierta" sobre la política monetaria. Además, están dispuestos a considerar varias opciones, pero no antes de mediados del verano, cuando las proyecciones económicas posteriores a la pandemia serán más claras.

Con el último aumento en los casos de COVID-19 desapareciendo en los Estados Unidos pero aún perturbando las economías de todo el mundo, "estamos obteniendo estas señales mixtas de la economía", dijo Kashkari en un evento en la Universidad de Wisconsin-Eau Claire.

"Para la primavera vamos a tener más información, y si todavía estoy poniendo las mismas excusas, es mejor que sean muy buenas excusas porque si no, no va a sonar muy bien", señaló Charles Evans. La escasez de suministro relacionada con el coronavirus, que se está desvaneciendo gradualmente, ha sido el principal impulsor de la inflación, agregó.