Desde finales de 2021, la Reserva Federal de Estados Unidos ha expresado una retórica agresiva sobre la política monetaria. El presidente de la Fed, Jerome Powell, anunció que el regulador se embarcó en el camino del endurecimiento monetario para evitar el sobrecalentamiento de la economía.

Powell reconoció que había llegado el momento de reducir las medidas extraordinarias de estímulo proporcionadas durante la era de la pandemia y cambiar el enfoque hacia la normalización de políticas que tomaría un largo camino. La pandemia dejará huella en casi todos los sectores económicos. El regulador debe tener en cuenta las complicaciones económicas para lograr sus objetivos. La política monetaria requiere una visión amplia y perspicacia económica para ajustar los movimientos de política a los cambios constantes en la economía, afirmó el líder de la Fed. Desde su punto de vista, en las actuales condiciones económicas saludables, la Reserva Federal considera apropiado retirar su apoyo masivo a pesar de las persistentes interrupciones en las cadenas de suministro y la creciente inflación al consumidor.

Elevar las tasas de interés no es la única herramienta en el arsenal de la Reserva Federal. “Estaremos normalizando la política, lo que significa que terminaremos nuestras compras de activos en marzo, lo que significa que subiremos las tasas en el transcurso del año”, dijo en el testimonio en el Capitolio. “En algún momento, tal vez a finales de este año, comenzaremos a permitir que el balance general se agote, y ese es solo el camino para normalizar la política”. Jerome Powell y sus colegas indicaron tres aumentos de tasas a lo largo de 2022 en un 0,25% cada vez. La primera subida de tipos podría anunciarse en marzo. En una medida de emergencia en 2020, la Reserva Federal redujo las tasas de interés a corto plazo a casi cero y comenzó a comprar bonos con el objetivo de hacer bajar las tasas de interés a largo plazo debido a la crisis del COVID-19 que llevó a la economía estadounidense a la recesión.