Estados Unidos siempre se asegura de que cada producto cumpla con los estándares de seguridad y calidad, especialmente cuando se trata de niños. La simple sospecha de que un producto puede estar contaminado es suficiente para retirarlo. Esto es exactamente lo que sucedió con la fórmula para bebés.

Los inspectores federales detectaron la posibilidad de que la fórmula para bebés fabricada en una planta de Abbott Laboratories se contaminara con bacterias. Como resultado, todos los productos fabricados en la planta fueron retirados del mercado. Alrededor del 40-50% de la fórmula láctea en el país ahora está agotada. El problema se volvió tan serio que llamó la atención de la administración Biden. El presidente prometió hacer frente a la escasez, simplificar los procedimientos burocráticos que rigen el ingreso de fórmula a las tiendas y tomar medidas contra las empresas de leche infantil involucradas en prácticas engañosas y aumento de precios.

Además, Biden sostuvo una serie de reuniones con los mayores vendedores minoristas y productores de leche para bebés del país para encontrar una solución al problema y mejorar el acceso a la fórmula para bebés.

Anteriormente, el líder estadounidense culpó a los republicanos de la crisis económica del país. “No quiero escuchar a los republicanos hablar sobre déficits y su agenda Ultra-MAGA. Quiero escuchar sobre equidad. Quiero escuchar sobre decencia”, dijo el presidente. MAGA - Make America Great Again - fue el eslogan de campaña utilizado por Donald Trump en su campaña presidencial.