Las generosas ventas de recursos naturales rusos están cobrando impulso. Al estar bajo sanciones, Rusia tiene que vender su petróleo y gas a precios muy bajos. El volumen de recursos energéticos vendidos está aumentando, mientras que los ingresos están cayendo. Así, los precios del petróleo son tan bajos que es realmente lucrativo vender el combustible a terceros.

Cuando se impuso el primer paquete de sanciones contra Rusia, la India compraba petróleo solo para su propio uso. Ahora, compra petróleo para venderlo a otros países. Las refinerías de petróleo privadas indias, que son los mayores compradores de petróleo ruso barato, han comenzado a suministrar al mercado mundial productos que contienen petróleo ruso sin revelar su origen. Así, de una manera simple, la India secretamente gana con la reventa de materias primas rusas, usándolas en productos de petróleo refinado como gasolina, diésel y productos químicos. En mayo, se entregó combustible, que supuestamente contenía petróleo ruso, a algunos estados de EE.UU., incluidos Nueva York y Nueva Jersey. Justo después de que los consumidores occidentales prohibieran los suministros de petróleo de Rusia, el precio de la materia prima se desplomó en comparación con sus análogos. Mientras tanto, la India se benefició de la situación comprando grandes cantidades de petróleo. Según algunas estimaciones, desde el inicio de la operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero, la India ha comprado alrededor de 62.5 mil millones de barriles de petróleo ruso. Esto triplica la cantidad de petróleo comprado en el mismo período de 2021. Es más, los consumidores de petróleo ruso lo trasladan de un buque a otro en puertos intermedios para ocultar su origen. A fines de mayo, se supo que China, otro gran consumidor de petróleo ruso, también comenzó a utilizar este esquema.