Europa corre el riesgo de quedarse sin gas natural este invierno, informó Bloomberg.

Según un consultor de Wood Mackenzie Ltd, esto podría suceder si los suministros rusos a través del oleoducto Nord Stream 2 se detienen por completo.

Si Rusia detiene totalmente las entregas de gas natural a Alemania, Europa no podrá alcanzar los niveles de almacenamiento ordenados por la Unión Europea para el comienzo de la temporada de calefacción en noviembre. La región puede quedarse sin existencias ya en enero. Por lo tanto, el racionamiento de la demanda de gas natural puede convertirse en una realidad.

Se produjo un nuevo aumento en los precios del gas cuando el gigante ruso Gazprom cortó el suministro a Italia, Alemania, Francia y Austria. La capacidad del gasoducto Nord Stream 2 tuvo que reducirse debido a problemas con la reparación de turbinas producidas por Siemens AG. Alemania acusó instantáneamente a Rusia de intentar desequilibrar los mercados, diciendo que la reducción tenía “motivaciones políticas”.

Si Rusia detiene el suministro de petróleo a Europa, la región no podrá llenar sus sitios de almacenamiento en un 80% para el 1 de noviembre, el objetivo establecido por la UE.

En este caso, los niveles de almacenamiento de la región totalizarán solo el 59% para el 1 de noviembre. Si el oleoducto funciona al 40% de su capacidad, los sitios de almacenamiento estarán llenos en un 67%, con un alto riesgo de agotamiento del inventario para fines del invierno.

Sin embargo, si el gasoducto vuelve a operar a plena capacidad, los niveles de almacenamiento de Europa podrían alcanzar el 80% para el 1 de noviembre, incluso en medio de una parada prolongada de Freeport LNG, una planta de licuefacción de gas de EE.UU.

En particular, debido a los suministros de GNL de los Estados Unidos, Europa puede compensar los recortes en las importaciones de gas ruso. La UE logró recuperarse casi por completo a los niveles históricos de almacenamiento de gas para el verano, incluso a pesar de la prohibición voluntaria de las importaciones de energía rusa.

El hecho es que estas son las sanciones contra Rusia que han provocado una inmensa volatilidad en el precio del gas. Es probable que la reducción de las importaciones de energía rusas y la reducción del suministro global de GNL generen una mayor necesidad de almacenamiento, que podría crecer aún más dependiendo de las condiciones climáticas.