Los líderes del G7 están considerando seriamente establecer un límite de precio para las importaciones de petróleo ruso. La idea detrás del límite es vincular el transporte y los seguros de petróleo a un precio máximo. En otras palabras, un transportista o importador que desee recibir estos servicios debe aceptar la venta de crudo y productos refinados rusos a un precio por debajo del límite establecido.

Sin embargo, aún no se ha llegado al acuerdo entre el Grupo de los Siete poderes económicos. El tema aún está en discusión.

Anteriormente, la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, informó que los funcionarios de EE.UU. tienen como objetivo mantener el flujo de petróleo ruso en el mercado mundial, pero a precios reducidos a la fuerza.

Posteriormente, Yellen resaltó que el proyecto de acuerdo ante autoridades estadounidenses y europeas busca impulsar el suministro de petróleo ruso al mercado global aún a pesar de todas las sanciones occidentales. Según la secretaria del Tesoro de EE.UU., esta iniciativa está siendo impulsada activamente por Estados Unidos y sus aliados, que sufren una alta inflación tras su decisión de rechazar o cortar por completo las importaciones de energía rusa.

Después de que Rusia lanzara una operación militar especial en Ucrania, los países occidentales impusieron sanciones contra el país, principalmente contra la energía rusa. El sexto paquete de sanciones adoptado por la UE implica un embargo parcial a las importaciones de petróleo de Rusia. Es cierto que esta prohibición se aplica solo al crudo enviado a Europa por mar. Por lo tanto, el petróleo que llega a través del oleoducto Druzhba no está sujeto a las nuevas restricciones.

Según el presidente ruso, Vladimir Putin, la estrategia a largo plazo de Occidente es una política de mayor contención con miras a debilitar a Rusia, mientras que las sanciones tienen un impacto enorme en toda la economía mundial.