Doce países de la UE se han visto parcial o totalmente afectados por los cortes de suministro de gas iniciados por Rusia. Según el Comisario de Energía de la CE, Kadri Simson, la decisión de las autoridades rusas ha hecho que el riesgo de una crisis energética sea más real que nunca. En realidad, la crisis ha estado amenazando desde el otoño pasado. A principios de año, la UE preparó un plan para abordar la crisis energética y puede implementarse en el corto plazo, dice Kadri Simson. Recientemente, la UE ha llegado a un acuerdo con Israel y Egipto destinado a impulsar las importaciones de gas natural a Europa. Además de esto, la UE está llevando a cabo negociaciones activas con Noruega y Azerbaiyán en un intento de diversificar las fuentes de energía. Al mismo tiempo, los funcionarios de energía todavía tienen algunas áreas en disputa, como el sector eléctrico y el tema de la expansión de la energía nuclear. Al mismo tiempo, la Comisión Europea no puede estipular la fuente de energía que elige un estado miembro. De acuerdo con la Carta Europea de la Energía, cada estado miembro tiene derecho a decidir sobre la elección de sus fuentes de energía. A fines de mayo, Polonia, Bulgaria, Finlandia y los Países Bajos se quedaron sin suministro de gas de Rusia al negarse a adoptar un nuevo sistema de pago. Para su referencia, el 31 de marzo, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto que exige que todos los pagos por el suministro de gas natural ruso a partir del 1 de abril de 2022 a contrapartes extranjeras se realicen en rublos. El 9 de junio, el secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, anunció que los "países hostiles" que se habían negado a realizar pagos según las nuevas reglas quedaron privados de las entregas de gas. También señaló que aquellos compradores que pagaron de acuerdo con las nuevas reglas continuaron recibiendo gas de Rusia. El 14 de junio, el gigante energético ruso Gazprom dijo que reduciría el suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream debido a una reparación retrasada de las unidades de bombeo de gas por parte de Siemens y el mal funcionamiento del motor. Al día siguiente, Gazprom dejó de operar otro motor de turbina de gas de Siemens porque Siemens no proporcionó el servicio de revisión a tiempo. Como resultado, el flujo de gas a Europa se ha reducido en un tercio a 67 millones de metros cúbicos por día desde el 16 de junio. Además, en julio, Gazprom tiene previsto cerrar el gasoducto para el mantenimiento programado.