La escasez de alimentos en los países desarrollados y en desarrollo difiere significativamente. Las economías avanzadas hacen sonar la alarma cuando las tiendas se quedan sin lechuga o salami, mientras que los países pobres luchan contra la falta de alimentos básicos y productos de higiene, así como de agua potable. Sin embargo, dados los problemas logísticos y los obstáculos económicos, casi todos los países enfrentarán una crisis alimentaria.

Por ejemplo, Australia está experimentando una escasez de lechuga, razón por la cual KFC de Australia se ha visto obligado a poner repollo en lugar de lechuga en sus hamburguesas. Las cebollas y el salami desaparecieron de las tiendas en Japón. Alemania se enfrenta a una gran escasez de botellas de cerveza. Los ciudadanos estadounidenses se ven privados de su bocadillo más delicioso: las palomitas de maíz. En cuanto a los productos de primera necesidad, los analistas notan escasez de tomates y patatas. Destacan varios factores que están alimentando la escasez de alimentos: las condiciones climáticas, la pandemia de coronavirus, así como la crisis geopolítica desencadenada por el conflicto en Ucrania.

En marzo, Farmers for Climate Action advirtió que la crisis climática ponía en riesgo cada vez mayor el suministro de alimentos de Australia, especialmente debido al calentamiento global. "Lo que hace el cambio climático es aumentar el nivel de riesgo básico de fenómenos meteorológicos extremos, ejerciendo más presión, como un peso adicional en la balanza, sobre el equilibrio de los riesgos que enfrenta el suministro de alimentos todos los días", dijo el autor del informe, Stephen Bartos, un experto en resiliencia alimentaria. Las condiciones climáticas extremas pueden alterar considerablemente las cadenas logísticas si al menos dos de ellas ocurren al mismo tiempo, agregó. “Hay una mayor fragilidad en la cadena de suministro de alimentos de lo que se pensaba debido al impacto del cambio climático”, destacó Bartos. Afirmó que la escasez de alimentos conduciría inevitablemente a un fuerte aumento de los precios al consumidor.