Pero algunos analistas dicen que existen riesgos de utilizar el oro como refugio geopolítico, por lo que los inversores deberían mirar al oro a largo plazo en lugar de centrarse en la volatilidad diaria.

No hay duda de que el conflicto en curso en Ucrania afectará en gran medida a la economía mundial, especialmente porque el país es el tercer mayor exportador de trigo y es un actor importante en el mercado energético. La tensión amenaza las cadenas mundiales de suministro de alimentos y energía, lo que podría aumentar la inflación.

La alta inflación es la que hizo subir los precios del oro mucho antes de que comenzara el conflicto.

Según se informa, los precios al consumidor de EE. UU. aumentaron más de lo esperado el viernes, y el PCE básico, el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, subió al 5,2%.

Los precios al consumidor en Canadá también alcanzaron un nuevo máximo en 30 años, mientras que el aumento de los precios en Europa podría conducir a una nueva recesión.

Mientras tanto, el poder adquisitivo está disminuyendo constantemente, lo que significa que el consumo caerá.

La presión inflacionaria también hace subir las tasas de interés, con los rendimientos de los bonos a 10 años rondando el 2%. Este entorno agregará volatilidad adicional a los mercados bursátiles, lo que obligará a los inversores a reducir el riesgo.

Por el momento, el problema al que se enfrentan los inversores y la pregunta que se hacen es dónde invertir su capital. Aunque los rendimientos de los bonos aumentaron al 2%, sigue siendo una pérdida de dinero en términos reales con una inflación del 5,2%.

El oro es uno de los últimos pilares de seguridad en el mercado financiero mundial. No está correlacionado con las acciones y no conlleva riesgo de contraparte, lo que lo convierte en una importante herramienta de diversificación. Entonces, por decepcionante que pueda ser la acción diaria del precio del oro, sigue siendo un activo importante para los inversores.