El 25 de agosto de 2022, participantes de 34 países se reunieron en Jackson Hole, Wyoming, para el simposio anual de política económica organizado anualmente por el Banco de la Reserva Federal de Kansas City. Durante los últimos 45 años, a este simposio económico han asistido banqueros centrales, formuladores de políticas, académicos y economistas de todo el mundo.

El presidente Jerome Powell pronunció el discurso de apertura en el que dijo: "En conferencias anteriores de Jackson Hole, he discutido temas amplios como la estructura en constante cambio de la economía y los desafíos de llevar a cabo la política monetaria en condiciones de gran incertidumbre. Hoy, mis comentarios serán más cortos, mi enfoque más estrecho y mi mensaje más directo".

"Si bien las tasas de interés más altas, el crecimiento más lento y las condiciones del mercado laboral más suaves reducirán la inflación, también traerán algo de dolor a los hogares y las empresas".

Powell dijo lo mismo exactamente un año antes en el simposio de economía anterior en Jackson Hole. De hecho, el Presidente repitió este mensaje, enfatizando la determinación de la Reserva Federal de "hacer lo que sea necesario" para reducir la inflación, que ha alcanzado un máximo de 40 años.

Sin embargo, los participantes del mercado continuaron ignorando su mensaje, sin creer en la determinación de la Fed. Anticiparon que la Reserva Federal no cumpliría su compromiso de continuar con una de las políticas monetarias más agresivas de la historia reciente. También especularon que la Reserva Federal reduciría su agresividad de dos maneras; qué tan alto elevaría la Fed las tasas de interés de referencia y cuánto tiempo permanecerían elevadas esas tasas de interés.

En diciembre, la Reserva Federal anunció sus pronósticos económicos en una versión del diagrama de puntos.

El gráfico mostró que las tasas de interés todavía estaban por debajo de su objetivo del 5,1 %. Y para llevar la inflación a su objetivo del 2 %, la Fed mantendrá esa subida de tipos a lo largo de 2023. Está claro que la Reserva Federal ha expresado su intención de que esto tenga consecuencias dolorosas. Sin embargo, la Fed anunció que iba a hacer las cosas sin destruir la economía.

Los economistas habían pronosticado que el crecimiento del empleo en los EE. UU. se aceleraría con la creación de aproximadamente 180.000 nuevos puestos de trabajo en diciembre; las cifras reales mostraron que se agregaron otros 517.000 nuevos puestos de trabajo, superando con creces las expectativas.

Las cifras, publicadas el viernes, confirmaron que la Reserva Federal tenía razón en su determinación de combatir la inflación y que la economía de EE. UU. es lo suficientemente fuerte como para resistir los aumentos de tasas de la Reserva Federal. A medida que la inflación en los EE. UU. cae lentamente, esto conduce a un debilitamiento del dólar estadounidense.