El par EUR/USD se encuentra en un rango estrecho, con límites confinados a la quinta cifra. Las señales fundamentales mixtas han mantenido a los operadores cautelosos: tanto alcistas como bajistas dudan en abrir posiciones grandes, prefiriendo permanecer en modo de espera. El mercado está congelado en anticipación de un impulso significativo que podría fortalecer la posición del dólar o debilitarla, permitiendo a los alcistas consolidarse en la sexta cifra y, a largo plazo, probar el nivel de resistencia en 1,0700 (la línea Tenkan-sen en el gráfico semanal). Pero por ahora, los operadores deben trabajar con señales mixtas. Por ejemplo, la inflación en Estados Unidos muestra signos de desaceleración (el CPI, el índice PCE, los indicadores salariales), mientras que, por otro lado, las presiones de precios siguen siendo obstinadas (el índice general de precios al consumidor, el IPP). Estos resultados mixtos no han ayudado ni a los alcistas ni a los bajistas del EUR/USD. Después de una breve caída, el par regresó al territorio de la quinta cifra.
El estatus como activo refugio no permite que el dólar gane más velocidad, ya que el sentimiento del mercado ha sido volátil recientemente. Por ejemplo, el reciente ataque a un hospital en la Franja de Gaza provocó turbulencias en el mercado del petróleo (el petróleo crudo Brent aumentó un 2%, manteniéndose por encima de los $90 por barril). Sin embargo, el mercado de divisas reaccionó relativamente calmado ante este trágico evento. El hecho de que Israel haya pospuesto la operación terrestre en Gaza (que, según algunos informes, estaba programada para comenzar durante el fin de semana) mantiene la esperanza de una resolución política del conflicto en lugar de una militar. Muchos observadores creen que las balanzas se inclinarán en una dirección u otra en los próximos días. Es difícil predecir en qué dirección será. Con la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Israel el miércoles (después de la cual es evidente que Israel tomará ciertas decisiones), los operadores no se apresuran a abrir posiciones comerciales significativas a favor o en contra del dólar. Sin embargo, siguen siendo muy receptivos al flujo de noticias actual en torno al conflicto del Medio Oriente.
La fortaleza en los últimos datos económicos de China también resultó ser bastante contradictoria. Por un lado, el crecimiento del PIB de China en el tercer trimestre se desaceleró con respecto al trimestre anterior, pero, por otro lado, superó el consenso estimado. La economía china se expandió a un ritmo anual del 4,9% en julio-septiembre. Pero eso fue mucho más lento que la tasa de crecimiento anual del 6,3% del trimestre anterior. Así que, técnicamente, estamos viendo una tendencia a la baja. Sin embargo, hay algunos "peros" aquí. Primero, el indicador se situó dentro de la "zona verde" porque los expertos habían predicho un crecimiento más modesto (4,4%). En segundo lugar, el resultado relativamente fuerte del segundo trimestre se debió en gran parte al efecto de base bajo, ya que, en el segundo trimestre de 2022, China había implementado una política de "tolerancia cero al COVID", incluidas estrictas restricciones de cuarentena (incluso en megaciudades importantes como Shanghai). En tercer lugar, además de los datos del PIB, se acaban de publicar otros indicadores macroeconómicos en China, la mayoría de los cuales superaron las expectativas de los expertos. Por ejemplo, la producción industrial de China en septiembre creció un 4,5% respecto al año anterior, igualando el ritmo de agosto y superando las previsiones de los expertos, que habían pronosticado un crecimiento del 4,1%. Las ventas al por menor aumentaron un 5,5% interanual, superando el 4,8% esperado y el 4,6% del trimestre anterior. Este es el resultado más sólido desde mayo.
Hay que tener en cuenta que, en los últimos meses, China ha implementado políticas para tratar de estabilizar el mercado inmobiliario y el sector bancario, al mismo tiempo que refuerza el apoyo al mercado de valores del país y a su moneda nacional. Los buenos resultados en el segundo trimestre complementaron aún más el panorama general. La combinación de estos factores fundamentales se esperaba que aumentara el interés en activos de riesgo. Sin embargo, el enfoque está actualmente en el Medio Oriente. Según informa Bloomberg, el conflicto podría desarrollarse según varios escenarios. Un escenario implica la participación de terceros países (Irán, Siria, Líbano). En ese escenario, los precios del petróleo podrían dispararse a $150 por barril y provocar una recesión económica mundial.
No sabemos qué escenario específico se desarrollará. Sin embargo, lo que sabemos es que los operadores están muy atentos a las noticias sobre este tema, ignorando los factores fundamentales "clásicos". Por ejemplo, el dólar reaccionó positivamente a la noticia de que Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de Brasil que pedía la reubicación de los residentes de Gaza al sector sur. En medio de sentimientos de aversión al riesgo, el índice del dólar regresó al nivel de 106, y el par EUR/USD volvió al rango inferior de la quinta cifra.
Esto indica que la geopolítica sigue estando en primer plano. Los factores geopolíticos están eclipsando los factores fundamentales "clásicos", obligando a los operadores a reaccionar a noticias que cambian rápidamente del Medio Oriente. En tales condiciones inciertas, a menudo es aconsejable mantenerse fuera del mercado porque es difícil prever la dirección del conflicto en el Medio Oriente, si no imposible.
